Esto del Anime y la animación japonesa siempre me pareció un divertimento peligroso.
Imagino que este juicio provenía de mis recuerdos infantiles de las viejas animaciones japonesas que hablaban de abandono, soledad, sacrificio, frialdad y bueno, todo lo que se suele asociar a la propia cultura japonesa.
Así que cuando logré bajar desde Internet la recien estrenada cinta Final Fantasy VII: Advent Children, debí disponerme para estar abierto a la sorpresa y poder incluso disfrutarla. Con algo rico para acompañar el momento y una vez que obtuve el archivo de subtítulos en Español, comencé mi cine de Gala, sobre mi cama y con el notebook en buena posición.
La película, aún proviniendo de los video juegos, me asombró, me dieron ganas de volver a verla de inmediato, jugando con los ritmos de manera increíble... recomendable 110%.
La historia sigue siendo de buenos y malos. Narra los acontecimientos que suceden dos años
después de que Cloud se enfrentase a Sefirot. Cloud se ha separado del grupo pero sigue manteniendo relación con ellos. El es el "jovencito". La enfermedad sigue afectandolos, corren los “hombres del pelo plateado”, tres tipos que parecen ser seguidores de Sefirot que buscan completar la Reunión que quedo incompleta en el Final Fantasy VII por culpa de Cloud y compañía. Kadag arrodillándose frente a una figura encapuchada en una silla de ruedas, de la misteriosa figura solo es visible una mano, una gran sorpresa...
Este ha sido un descubrimiento para mí. Ya me había decidido a ver algo de animación desde que un amigo al calor de un completo y una bebida, me relató la historia de la animación Hagane no Renkinjutsushi (el Alquimista de Acero).
Para la próxima semana comentaré una diferente y menos conocida animación norteamericana: Walking Life (traducida como Despertando a la Vida)
Imagino que este juicio provenía de mis recuerdos infantiles de las viejas animaciones japonesas que hablaban de abandono, soledad, sacrificio, frialdad y bueno, todo lo que se suele asociar a la propia cultura japonesa.
Así que cuando logré bajar desde Internet la recien estrenada cinta Final Fantasy VII: Advent Children, debí disponerme para estar abierto a la sorpresa y poder incluso disfrutarla. Con algo rico para acompañar el momento y una vez que obtuve el archivo de subtítulos en Español, comencé mi cine de Gala, sobre mi cama y con el notebook en buena posición.La película, aún proviniendo de los video juegos, me asombró, me dieron ganas de volver a verla de inmediato, jugando con los ritmos de manera increíble... recomendable 110%.
La historia sigue siendo de buenos y malos. Narra los acontecimientos que suceden dos años
después de que Cloud se enfrentase a Sefirot. Cloud se ha separado del grupo pero sigue manteniendo relación con ellos. El es el "jovencito". La enfermedad sigue afectandolos, corren los “hombres del pelo plateado”, tres tipos que parecen ser seguidores de Sefirot que buscan completar la Reunión que quedo incompleta en el Final Fantasy VII por culpa de Cloud y compañía. Kadag arrodillándose frente a una figura encapuchada en una silla de ruedas, de la misteriosa figura solo es visible una mano, una gran sorpresa...Este ha sido un descubrimiento para mí. Ya me había decidido a ver algo de animación desde que un amigo al calor de un completo y una bebida, me relató la historia de la animación Hagane no Renkinjutsushi (el Alquimista de Acero).
Para la próxima semana comentaré una diferente y menos conocida animación norteamericana: Walking Life (traducida como Despertando a la Vida)
Comments
No soy asiduo a los video juego, excepto a los muy anticuados y debo reconocer que utilizo el video para disfrutar de una acelerada competencia de autos con Francisca.
Pero me estás estimulando a buscar y descubrir más y más.