Oye, te aviso que ya van más de 40 años
te busco hace mucho tiempo
y sigo esperando que aparezcas
no crees que ya es suficiente pérdida de tiempo?
Aún te trato de reconocer
en cualquier reunión de trabajo
en el negocio comprando
o a la vuelta de cualquier esquina
o en el parque cuando juego con mis hijas
¿no eras tú caminando por Carmen el otro día?
Te sigo esperando
como si fueras a sorprenderme
apareciendo desde un rincón
y abrazándome dijeras
que también me buscabas
y con un beso nos dijeramos todo lo callado
De niño caminé al atardecer
mirando las caras a veces
o mirando al suelo
como jugando a esconderme
Y una vez creí verte, pero
fué una ilusión, un ardid del tiempo
como un cometa cruza un plano
como si el viaje curvo de la vida
se topara con su propio camino
Hoy deseé abandonar la ruta
y descansar de tu imagen
quise pensar de otro modo
como si todo esto fuera una pura locura
o quizá algo clínico, como
una nostalgia biológica permanente
y hasta logré sentirlo por un momento
y estuvo muy bueno, sabes
(¿Será verdad que si dejo de buscarte
te encuentro?)
Como sea, aún no puedo renunciar a encontrarte
media naranja, sacerdotiza y azufre
faltas en el anca del caballo
¿cómo enciendo mi athanor sin ti?
Si ya olvidé la vida que tuvimos
¿cómo te reconozco, entonces?
Al menos dame una señal, ok?
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