Llegué este domingo pasado a la Ciudad Jardín para participar del Tercer Simposio Apícola.
En el hotel, conocí a muchos agricultores, algunos de los cuales eran de la propia región del Biobío.
Fué precisamente uno de ellos, Eduardo, quién me contó que en plena calle, mientras el cruzaba rápido, un taxista bajó la velocidad, sacó la cabeza por la ventana y le gritó "¡Aprende a cruzar la calle tontito!". No me pude contener la risa.
Comenzó a sorprenderme que los peatones esperaran la luz verde para cruzar, algo obvio y lógico pero desconocido en Concepción.
Otra buena sorpresa fue caminar y "vitrinear" a las 8 de la tarde-noche el día domingo. Eso es impensado en Conce, en donde las sombras hacen poco amistoso y hasta aconsejable aventurarse por el apagado sector centrico.
Bueno, agradable ha sido caminar por Viña, aunque algo me inquietó encontrarme con avisos en algunas esquinas que anunciaban que estaba parado en una zona de riesgo de Tsunami. Otros avisis me indicaban por donde debía salir corriendo.
..Al punto que no pude dejar de recordar las imágenes del simulacro hecho por la National Geographics. Primero de reojo y luego de frente, miré el mar y me imagina la "mansa olita" que me llevaría al carajo o al Nirvana, nunca se sabe.
En el hotel, conocí a muchos agricultores, algunos de los cuales eran de la propia región del Biobío.
Fué precisamente uno de ellos, Eduardo, quién me contó que en plena calle, mientras el cruzaba rápido, un taxista bajó la velocidad, sacó la cabeza por la ventana y le gritó "¡Aprende a cruzar la calle tontito!". No me pude contener la risa.
Comenzó a sorprenderme que los peatones esperaran la luz verde para cruzar, algo obvio y lógico pero desconocido en Concepción.
Otra buena sorpresa fue caminar y "vitrinear" a las 8 de la tarde-noche el día domingo. Eso es impensado en Conce, en donde las sombras hacen poco amistoso y hasta aconsejable aventurarse por el apagado sector centrico.
Bueno, agradable ha sido caminar por Viña, aunque algo me inquietó encontrarme con avisos en algunas esquinas que anunciaban que estaba parado en una zona de riesgo de Tsunami. Otros avisis me indicaban por donde debía salir corriendo.
..Al punto que no pude dejar de recordar las imágenes del simulacro hecho por la National Geographics. Primero de reojo y luego de frente, miré el mar y me imagina la "mansa olita" que me llevaría al carajo o al Nirvana, nunca se sabe.
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Abrazos,