Al lado oscuro....hay muchas maneras de llamarlo.
Hay también diferentes perspectivas para enfrentarlo... sicológicamente, socialmente...
Pero ahí está ese lado oscuro, cultivado y compartido entre todos...
La desastrosa realidad medioambiental mundial y hogareña, la pobreza y el desprecio por la vida de otros y la frecuencia con que ignoramos... la complacencia y el silencio cuando sabemos que alguien está siendo perjudicado... la minoría oprimida ante nuestros ojos, el racismo inconciente y colectivo... y en el fondo de todo esto, nuestra pobreza espiritual, pobreza que nos impulsa a entregarnos a los benditos y aclamados placeres, a buscar la gloria y el reconocimiento... que es algo así como apagar el fuego con bencina
porque cada día se hace más clara nuestra vacuidad, cada día estamos más viejos y no nos llega la sabiduría sino la desesperación y la resignación, aunque sí sabemos ahora que nuestro camino no nos llevará a Agharta.
Pero , todo esto negro puede ser dulce. No tiene que ser veneno el mirarlo y desparramarlo junto a otros. El veneno final será la negación, no la declaración.
... y quizá sí podamos ayudar a otros para trazar esta ruta a la cruz ansada. Una ruta construida por los nuevos guerreros, aquellos que se cultivarán como bellas copas para recibir el mejor mosto, quienes formarán en cuerpo el nuevo Avatara, el reino del nuevo mundo.
La Cruz del Norte no será ya sino el Muladara de la Tierra y será nuestra Cruz del Sur la Coronilla, la de los seres altos, de la recta Provincia, los gigantes custodios del mundo subterráneo.
Hay también diferentes perspectivas para enfrentarlo... sicológicamente, socialmente...
Pero ahí está ese lado oscuro, cultivado y compartido entre todos...
La desastrosa realidad medioambiental mundial y hogareña, la pobreza y el desprecio por la vida de otros y la frecuencia con que ignoramos... la complacencia y el silencio cuando sabemos que alguien está siendo perjudicado... la minoría oprimida ante nuestros ojos, el racismo inconciente y colectivo... y en el fondo de todo esto, nuestra pobreza espiritual, pobreza que nos impulsa a entregarnos a los benditos y aclamados placeres, a buscar la gloria y el reconocimiento... que es algo así como apagar el fuego con bencina
porque cada día se hace más clara nuestra vacuidad, cada día estamos más viejos y no nos llega la sabiduría sino la desesperación y la resignación, aunque sí sabemos ahora que nuestro camino no nos llevará a Agharta.
Pero , todo esto negro puede ser dulce. No tiene que ser veneno el mirarlo y desparramarlo junto a otros. El veneno final será la negación, no la declaración.
... y quizá sí podamos ayudar a otros para trazar esta ruta a la cruz ansada. Una ruta construida por los nuevos guerreros, aquellos que se cultivarán como bellas copas para recibir el mejor mosto, quienes formarán en cuerpo el nuevo Avatara, el reino del nuevo mundo.
La Cruz del Norte no será ya sino el Muladara de la Tierra y será nuestra Cruz del Sur la Coronilla, la de los seres altos, de la recta Provincia, los gigantes custodios del mundo subterráneo.
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Bendiciones,
Glor