Dragón de la Patagonia

Científicos franceses descubrieron insectos debajo de Campos de Hielo Sur, donde se suponía que no había vida. Esto podría revolucionar la ciencia, ya que la composición de su sangre sería clave para transplantes de órganos.


En medio de los inhóspitos paisajes de la Patagonia chilena, una expedición realizó una peligrosa travesía.

Fue en las profundidades del Glaciar Grey, ubicado tras las Torres del Paine, donde exploradores franceses y chilenos se sumergieron en un ojo azul o grieta con agua.

Allí realizaron un hallazgo sin precedentes, en un lugar considerado carente de vida: descubrieron vivo a un insecto, parecido a un escorpión, sumergido a más de 40 metros de profundidad y en aguas a casi cero grado de temperatura.

Jean Jean Menier, profesor del Museo de Historia Natural de París, dijo que "entonces él vive bajo el agua y en la superficie. Es un animal extraordinario. Yo he estado en lugares de montaña y de hielo, pero nunca he visto algo así".

Fue precisamente Menier quien bautizó al espécimen como "Dragón de la Patagonia".

El descubrimiento hecho por uno de los buzos de Jeaques Cousteau quedó plasmado, paso a paso, en un documental realizado por chilenos en las gélidas profundidades.

El productor de la expedición, el chileno Rodrigo Fernández comentó que "mirando esas piedras, de repente apareció algo vivo y apareció un insecto que nadie pensaba que podía existir. Este descubrimiento revolucionó a los círculos científicos de Francia".

El "Dragón de la Patagonia" se alimentaría de materia orgánica llegada al glaciar por medio de la lluvia o el viento, y luego transportada hasta allí por el efecto del deshielo.

La comunidad científica internacional ha clasificado a los insectos en 32 categorías. Sin embargo, según expertos, el insecto descubierto sería una nueva especie.

El hallazgo ha generado un enorme interés científico a nivel mundial, más aún cuando el espécimen habita, además, en cavidades de hielo en la superficie glaciar. Esta situación confirma la propiedad anfibia del insecto.

Para el entomólogo Juan Carlos Moronni, estos insectos descubiertos "son pertenecientes al orden plecóptera. No tenemos cómo comparar y ver si ha sido una especie descrita previamente, lo cual dudo. De modo que es posible que sea algo nuevo para la ciencia".

Aún se está estudiando el misterio que rodea a estos "Dragones de la Patagonia". En especial, la existencia de un cuerpo químico en su sangre que sería un poderoso anticongelante.

La identificación de esta sustancia proyecta enormes perspectivas para la ciencia y la ingeniería genética.

Jenny Blaney, bioquímica de la Fundación Biociencia, explicó que la particularidad es que "le permiten a sus proteínas, a sus fluidos biológicos, mantenerse en forma estable en unas condiciones que la mayoría de los sistemas biológicos no lo permitirían".

Daniel Torres, del Instituto Antártico chileno, agregó que los insectos viven "en pequeñas criptas o nidos, en tubitos como los que hacen las abejas, panales".

Esta sustancia podría utilizarse en áreas tan distintas como en la carrera espacial o en la medicina. Por ejemplo, en la conservación de órganos en espera de un transplante o en la lucha contra el frío en humanos que se exponen a condiciones extremas. También en la agricultura.

El director del Servicio Agrícola Ganadero (SAG) Metropolitano, José Ignacio Gómez, aseguró que "se pueden hacer cruzas, como la que hay hoy día entre peces que soportan bajas temperaturas con cultivos agrícolas y forestales, y logran -finalmente- algunos cultivos que pueden resistir heladas".

Los 43 especimenes descubiertos fueron llevados a Francia, donde los están investigando.

Comments

Anonymous said…
Que interesante Ariel, no tenia idea.