Argos

En mi pequeño departamento vive, desde hace dos semanas, una hermosa huesped, le he puesto por nombre Argos. Se trata de una araña "pollito", una araña chilena terrestre, peluda y espeluznante.
No ensucia ni hace ruidos, no tiene olor, transita principalmente por mi baño y me ha ayudado a superar mi vieja fobia. Argos es inofensiva y de hecho, su especie es usada cada vez más como mascota.

Estas arañas suelen vivir entre 10 y 20 años. Cuando me cambie de casa en Febrero, deberé encargar su cuidado a Carola, de igual modo que ella me obligó a cuidar a su incalificable perra Josefa cuando vine a vivir al departamento que está tras la casa de sus padres. (Ella vuelve al departamento y me obliga a trasladarme, increíble...., pero esa es otra historia).
En la vieja casa de mi infancia, en Guadalupe N° 408, los altos muros de nuestro dormitorio mostraban otras arañas, de pequeño cuerpo y laaaaaargas patas, que se quedaban como a diez metros de altura, esperando que apagáramos la luz para bajar a mordernos.
Pero Argos me recibe en la mañana, cuando voy a la ducha. Me siento en el baño y ella abre sus patas y a veces se mueve cuando le hablo. Desde hace dos días le gusta ubicarse en la puerta del baño y me impide cerrarla. Seguro que le gusta mi baño por lo fresco que es ya que a estas arañas no les hace bien el calor.
Aunque Argos puede pasar mucho tiempo sin comer, creo que mi depto le ofrece una buena variedad de insectos. Por acá transitan polillas, grillos, baratas, escarabajos y otras alimañanas propias del ambiente medio salvaje en que se enclaba mi espacio.
Ultimamente Argos está más quieta, puede ser porque está cambiando de piel?; porque casi no se enferman estas bichas.
No quiero hacer un terrario para tenerla, la prefiero así suelta y libre, con la ventana siempre abierta para escaparse al frondoso patio.
Eres linda, pequeña Argos.

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