Reformas necesarias y la mala derecha

Respecto de las reformas que se están implementando en Chile, la señal es muy clara: no podemos seguir haciendo lo mismo de hace 20 años; las reformas son necesarias e ineludibles para nuestro país y la región

La evidencia es tan variada como contundente y las conclusiones provienen de los propios sectores vinculados al modelo económico más liberal:

"La desigualdad de los ingresos tiene un impacto en el crecimiento económico de la región" (Informe OECD).

"América Latina requiere una nueva ola de reformas en los sectores laboral, fiscal, financiero, educativo y regulatorio, entre otros. Aunque varios países las están emprendiendo, sigue pendiente de resolver la cuestión de la innovación, la ventaja comparativa de la economía del conocimiento, cuyo éxito debe estar basado en políticas públicas pero también de la visión y ambición de los empresarios". (Gurría, Secretario General OECD).

“Desde nuestro punto de vista, esta reforma tributaria se basa en la estabilidad macroeconómica, lo que nos complace sobremanera. Además los niveles impositivos en Chile son muy bajos respecto de los otros países de la OCDE, por lo tanto, entendemos que un leve aumento en los impuestos no es algo indeseable, especialmente cuando hay una necesidad de mayor gasto. En tercer lugar, esta alza está destinada a mejorar el sistema educativo. Apoyamos enérgicamente este programa de reformas para Chile que, de nuevo, desde una perspectiva macroeconómica, no causará ningún tipo de perturbación de la economía y mejorará la productividad y el bienestar del pueblo chileno” (Lagarde Directora FMI).

Todos en Chile debieran estar aportando, más allá del legítimo deseo de mantener sus ventajosas posiciones. Los temas a abordar son múltiples: Educación, Innovación, Descomoditización y Agregación de Valor, Desigualdad, Aumento de los Ingresos, Descentralización, entre otros. Las reformas son necesarias si esperamos contar con las herramientas para hacer frente al exigente escenario futuro.

La mala derecha

Aunque las señales de necesarios cambios vienen desde instituciones que representan el modelo de libre mercado, lamentablemente el sector que se siente amenazado y que - en el corto plazo - ve afectado sus intereses decidió no sólo restarse sino resistirse y aplicar la más inteligente pero bizarra y vergonzosa campaña comunicacional. Lejos de pensar en el rol que cada uno debe cumplir en el Chile futuro, se han enfrascado en una guerrilla disparatada y de muy bajo tono.

De este sector político esperamos que nos hable "con clase" sobre la patria, la tradición, el valor del trabajo, el pueblo, el sacrificio, la unidad nacional, el esfuerzo y la construcción de Chile, si se quiere el cumplimiento de nuestro destino como nación. Y sin embargo, de manera miope, solamente ha mirado sus ingresos y ha apostado por la estrategia del descarrilamiento, con inteligentes asesorías, armado sin esfuerzo con los mass media, hablando hacia la galería y enturbiando lo que debió ser una discusión política de cara al país. La actitud de este sector de oposición es burdamente de corto plazo, reflejando fielmente una anquilosada tradición empresarial puramente rentista.

Al parecer no será esta la oportunidad para pensar y trabajar por el futuro nacional. La construcción compartida del Chile de los próximos 20 años seguirá postergada por ahora.


Sergio Cerda González
Región del Maule

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